Es algo peculiar que el horario de Europa varié tanto en los
países del norte con respecto a los del norte. Cambia desde la hora que tenemos
para levantarnos hasta la hora en la que se organizan los horarios en los
trabajos.
Mientras que en el norte el horario laboral comienza mucho más
pronto, en España salimos del trabajo en ocasiones a las ocho de la tarde. Muchas veces tenemos jornada partida, paramos
para comer varias horas y para llegar a las ocho horas de trabajo diarias,
tenemos que alargar el trabajo hasta el final de la tarde. En los países más
norteños, los trabajos suelen comenzar a primera hora de mañana, sobre las
siete, y finalizan sobre las cinco de la tarde, teniendo una hora para comer o
en ocasiones media.
Las horas de comer varían por completo, mientras que en
España la comida fuerte es al medio día, en otros países lo es el desayuno,
donde no sólo toman leche o zumo, si no que se alimentan de manera abundante
para al medio día tener un “break” para tomar algo más ligero. Además en España
solemos cenar sobre las nueve o diez de la noche, mientras que en países como
Bélgica o Alemania, lo normal es cenar sobre las siete de la tarde.
Los horarios de las tiendas también cambian, aunque hay que
decir que en España también han cambiado en los últimos tiempos, por ejemplo ya
no cierran al medio día, es una manera de dejar más horas abierto al público
donde las ventas aumentan.
La cuestión es conocer qué horarios son los mejores para nosotros, y amoldarnos a ellos de la mejor manera.
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