miércoles, 18 de junio de 2014

Nos vamos de viaje gastronómico (III)

Continuamos con nuestro sabroso viaje por el norte de España.

Hoy seguiremos nuestro camino en la Comunidad Foral de Navarra. Podremos perdernos por los caminos que siguió Hemingway en su periplo navarro, disfrutar del tramo de Roncesvalles a Pamplona tan conocido en el Camino de Santiago, contemplar la arquitectura románica del Monasterio de Leyre y del Castillo de Javier. Recorrer cada uno de los pueblitos del Valle del Roncal y perderse en los misterios y leyendas de Zugarramurdi y sus brujas. Y por supuesto formar parte de la fiesta en Pamplona para San Fermín.

Una comunidad llena de placeres para nuestro gusto, influenciada por las culturas gastronómicas que la limitan, al norte con el País Vasco y en la zona sur con Aragón y La Rioja, con las que comparte productos y platos.

Navarra es tierra de verduras, esos conocidísimos espárragos de Navarra, y no menos conocidos los pimientos del piquillo de Lodosa y los cogollos de Tudela. Una huerta riquísima que da grandes produtos.
Navarra también es tierra de quesos, cómo el Idiazabal, que comparte con sus vecinos vascos, y como el queso Roncal, un queso de oveja proveniente del Valle del Roncal.
En cuanto a platos preparados destacan las sopas (estellesa, de pastor, de cangrejos y ribereña). Las legumbres también son un plato muy reconocido en Navarra, como las pochas con chorizo de Pamplona.

En lo que a dulces se refiere, destacan las cuajadas, el arroz con leche del Baztán y las tortas de chanchigorri.

Y no nos olvidamos de la bebida, la más popular es el pacharán, elaborado con las endrinas de la zona. El vino también es una bebida fundamental dentro de la gastronomía navarra.

 Seguimos nuestro camino, ahora, en  La Rioja, tierra de vino y pinchos. Pero con muchas cosas que visitar antes de hacer la parada gastronómica.
Podemos ver numerosos monasterios e iglesias por toda la comunidad como el Monasterio de Yuso, la Iglesias de San Millán de la Cogolla, la Catedral de Santo Domingo de la Calzada. También podemos perdernos por el encanto de pueblos como Arnedillo, famoso por su balneario y termas naturales, o en Haro, cuna del vino en La Rioja. Ni que decir tiene, que la visita a La Rioja tiene parada obligada en Logroño, en la zona de la Laurel y en la zona de la calle San Juan, recorrerlas bar tras bar y disfrutar de los pinchos, vinitos y zuritos con una buena compañía, es un plan perfecto ;)
También podemos hacer una ruta por las bodegas riojanas y disfrutar de la cultura del vino tan arraigada en esta comunidad.

La rioja ofrece, como en todas las comunidades que hemos recorrido, productos de gran calidad. La carne es uno de ellos, y forma parte de muchos de los platos de la cocina riojana. Prueba de ello son las chuletas al sarmiento, el cordero en caldereta o los callos riojanos.

Las verduras y hortalizas también aparecen en la elaboración de muchos platos como la menestra de verduras a la riojana, las famosas patatas a la riojana o en los pimientos del piquillo rellenos de carne.

En cuanto al dulce, La Rioja es una tierra de almendras, por lo que muchos de los dulces se elaboran con este producto, como uno de los más famosos, el mazapán.

De bebida.... que vamos a decir... estamos en La rioja, sobra decir que el vino es la bebida por excelencia. Es cierto que hay algunas preparaciones que se hacen con vino, como el zurracapote, una mezcla de vino, frutas, azúcar y canela que se deja macerar unos días, muy típico en días de fiesta.

Y con esto acabamos nuestra etapa de hoy, el próximo día llegará nuestro último tramo, os esperamos ;)


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